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Facilitar el proceso de inclusión social, formativo y laboral
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Incrementar el rendimiento de las actividades de la vida diaria (limpieza, orden, aseo, etc.)
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Consolidar una buena relación con la comida (buenos hábitos alimenticios, buena gestión de la compra, buena gestión de la cocina, etc.)
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Contención, supervisión y estabilización del síntoma (peso, imagen corporal distorsionada, ideación anoréxica, etc.)
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Potenciar el autoconocimiento para descubrir intereses de ocio y tiempo libre.
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Fomentar el bienestar emocional del residente.
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Entrenar la adquisición de hábitos saludables y actividades de la vida diaria.
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Reforzar la autonomía y entrenar competencias sociales.
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Mejorar la comunicación dentro de la familia.